martes, 5 de mayo de 2009

Comulgación incorporea


Reposa sobre el altar

pero ni los ruidos oyen el zumbido

de la carne

[estéril la fosa nasal

el estornudo y el agua en estela

por sobre el aire reinante]

la plegaria y el perdón son uno

que se mezclan en un esbozo soñado

la alegría extrema

sin la carnalidad misma y la carne

otra vez inflamada,

sin remedio.

Mostrá de afuera

Cara

hay una cara

siempre hay una cara

que acosa y no te quiere

dormir es difícil/ cara despierta

en demasía aterroriza titilando pálida

recíprocamente vuelve/ no te muestra exacto

caras muertas aburridas absurdas absortas abandonadas

abstractas abstemias abusadas abrigadoras abrasadoras abren

las brazadas, abuelas volátiles, volcánicamente vacían vorazmente

las caras karmas caras caretas catárticas carótidas acartonadas caruchas

hay que ver los rostros antes de juzgar una cara perdida en la cara memoria

lunes, 4 de mayo de 2009

Detestabilizador


Ala un ala
Ella lo sabe
que sólo sabe
que sabe algo y vuela
sin brisa que despeine
champaña, llueve alcohólica
se despluma ala sin ala sola sin


nada

Estando prevenido


Comienzo: Empieza así.
La humanidad y sus hechos naturales.
Reciprocidad intrínseca en las cuestiones
físicas y las leyes químicas.
A nada, a nado.
A salto en alto, en largo.
Todo lo remonta al agua bendita
y su bautismo purificador de suciedad.
La sangre, el fuego, el bienamado
y bendito pecado [sin el sexo]
el dar/ recibir vida pasaría a ser
una transacción irrelevante.
Gloriosa autoestima que deviene en ego.
Muerte que espera tranquila, jugando cartas.
Miedo que vigila humeando un cigarrillo
en la comisura, con la vista helada.
Tonto homo, despierta y duerme de
la misma manera.

Patria exterior


Hay una furia allá afuera y todo el mundo lo sabe: el colapso se acerca y no hay escapatoria alguna. En manadas se van desplazando hacia las periferias en busca de algún refugio, algún abrigo que los soporte. La histeria ha alcanzado las grandes ciudades y se atraganta con todo lo que hay a su paso sin piedad, sin remordimiento.

Atrás sólo quedan cenizas que alguna vez fueron casas, pastos, calles, árboles, animales… Todo fue devorado atrozmente por esta enfermedad y nadie pudo preverlo.

Vamos a morir en breve, se va acercando a los límites con rapidez, sin aviso. Fuimos parte de la felicidad, la vida dentro de este planeta. Ya nada queda, sólo esperar y esperar… Cuando venga a engullirnos, el miedo nos habrá estado agonizando desde hace tiempo, desde siempre.