lunes, 4 de mayo de 2009

Patria exterior


Hay una furia allá afuera y todo el mundo lo sabe: el colapso se acerca y no hay escapatoria alguna. En manadas se van desplazando hacia las periferias en busca de algún refugio, algún abrigo que los soporte. La histeria ha alcanzado las grandes ciudades y se atraganta con todo lo que hay a su paso sin piedad, sin remordimiento.

Atrás sólo quedan cenizas que alguna vez fueron casas, pastos, calles, árboles, animales… Todo fue devorado atrozmente por esta enfermedad y nadie pudo preverlo.

Vamos a morir en breve, se va acercando a los límites con rapidez, sin aviso. Fuimos parte de la felicidad, la vida dentro de este planeta. Ya nada queda, sólo esperar y esperar… Cuando venga a engullirnos, el miedo nos habrá estado agonizando desde hace tiempo, desde siempre.

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